

El palacio del Conde Luna es un monumento que se encuentra en la ciudad española de León.
De este viejo palacio del siglo XIV, construido por Pedro Suárez de Quiñones y su esposa Juana González de Bazán, se conserva el cuerpo central de la fachada, con tres escudos, el central de los Quiñones y los laterales de los Bazán. Está construido de piedra sillerÃa y tiene cerca de once metros de ancho. La portada es gótica con dintel sobre modillones, un gran arco apuntado cobija el tÃmpano, y se encuadra en ancho molduraje.
Catalina Pimentel lo amplió construyendo el torreón renacentista de tres pisos, de aparejo almohadillado, hecho en sillerÃa y tableros de pizarra verde. Los antepechos de las ventanas ostentan las arenas de los Quiñones rodeadas de motivos frutales.
En este palacio estuvo muchos años instalado el Tribunal de la Inquisición.
Fue declarado Monumento Histórico en 1931. Propiedad de la Fundación Octavio Ãlvarez Carballo.
Acaba de ser restaurado completamente y se utiliza como lugar de exposiciones temporales. Actualmente en exposición «RaÃces. El legado de un Reino. León 910-1230» hasta diciembre de 2010. Además ha sido cedido parcialmente por el Ayuntamiento de León a la Universidad de Washington, que utiliza el edificio como sede en España, para el aprendizaje del español por parte de sus alumnos.
(Info de Wikipedia)
En 856, el rey Ordoño I de Asturias incorpora la ciudad al reino de Asturias, reconstruyendo sus murallas y repoblándola, esta vez con éxito. El valor estratégico de León en la conquista contra los musulmanes era muy alto, puesto que suponÃa una avanzadilla al sur de la Cordillera Cantábrica, al tiempo que la ciudad tenÃa una situación privilegiada al estar defendida por los rÃos Bernesga y TorÃo. A la muerte del hijo de Ordoño I, Alfonso III el Magno, el reino asturiano fue repartido entre sus herederos: Fruela obtuvo Asturias, Ordoño,Galicia, y GarcÃa, León. Este último constituyó, de hecho, el Reino de León, ascendiendo al trono con el nombre de GarcÃa I. Sin embargo, su muerte sin herederos en 914 dejó el trono vacante. Ordoño se trasladó entonces a León, donde fue aclamado rey como Ordoño II, rey de León y de Galicia. Será él quien, definitivamente, traslade la capitalidad de Oviedo a León, puesto que Fruela reconocerá la supremacÃa leonesa.
En las décadas siguientes, el reino se expasionó hacia el valle del Duero y Extremadura, pero la falta de gentes que repoblaran las nuevas áreas dejan éstas como «tierra de nadie». León, no obstante, también sufrió reveses en estos años, como la envestida de Almanzor hacia el año 987 en todo el norte peninsular. Sin embargo, su importancia estaba por entonces ya plenamente consolidada y la ciudad conoció un nuevo auge a partir del reinado de Alfonso V, que además le otorgó el Fuero de León en el año 1017.
La llegada al trono leonés en 1188 de Alfonso IX figura en los anales como un acontecimiento particularmente destacado: bajo su mandato se convocan las denominadas Cortes de León, que tienen lugar ese mismo año de 1188, y constituyen la primera asamblea estamental medieval de Europa (presidida por un rey e integrada por diversos brazos que representaban respectivamente a cada estamento, incluido el Tercer Estado).
A lo largo de estos siglos, la ciudad de León fue creciendo y evolucionando en su desarrollo. En esto jugó un papel importante el Camino de Santiago, quizá la más importante vÃa de circulación de gentes, ideas, cultura y arte del Medievo, que transcurrió por la ciudad. Sobre León, el geógrafo y viajero árabe Al-Idrisi escribÃa en el siglo XII: «Allà se practica un comercio muy provechoso. Sus habitantes son ahorradores y prudentes».