$wpsc_version = 169; Aquel motorín » Capital León
Anarquismo twitter ecología culturas transnacionales Postal calle Botillo ayuntamiento Gitanos Políticos Catedral 1939 cecina estrategia Maragatería libertarias Fundación Sierra Pambley Arte duda poesía display_podcast Prensa Pierre Puiseux telégrafo mercado sentimiento plataforma convención Reino de León legio VII Corpus mirada leyenda papones jornadas Biblioteca Azcárate Filandón twubs portugués coordenadas cultura leonesa #acampadaleon Guerra Civil vínculo eclipse textos english mundo rural San Marcos audio USA #leoncapital infografía Workshop Montaña mayos diversidad capitán Rodríguez Lozano #spanishrevolution procomún escultura rey universidad Babia Bombardeo de Guernica música folklore globalización meteorología represión Arqueología industrial prieto picudo Mariano Domínguez Berrueta Cistierna enseñanza inquisición universida confianza plaza Pendones guerra editar fotografía Calle de la Catedral guirrio compartir Imágenes La Bañeza instrumentalización Unión del Pueblo Leonés producción París Prisión recitar migración Puerta Castillo capital Calle de Fernando Merino Historia Roma Base Aérea de La Virgen del Camino frente abril CNT 1905 memoria posmodernidad Astronomía 1936 País Llionés vino Semana Santa ayuda hashtag pedagogías invisibles proceso Llionpedia Toulouse autocrítica testimonio Columbia Azucarera Santa Elvira socializar capital simbólico debate llionés Durruti despoblación Cantaderas valor estraperlo antruejo marginación limonada abuelo Actualidad satanismo Genarín urbanismo colectivos Personajes León Moscas político Calle Matasiete Arquitectura Wolfram von Richthofen Cabezadas Localidades Judíos ciudadanía herramientas observatorio bar San Isidoro Crimenes cultura Bierzo grúa identidad hilo solapamiento topo Legión Cóndor Kurt Schindler archivo_taller deicidas nostalgia ile ramo leónes mapa ruisa gastronomía Iglesia Matar judíos comunidad Poderes Video deporte conflicto ética Girón cuerpo incorrupto biografía berlín riaño comunicación Vaqueiradas Palacio del Conde Luna rusia musac invisible religión Cancionero leonés intercambiar cgt autonomía leonesa Sucesos relato Libros
May 112012
 

PEDRO GARCÍA TRAPIELLO PEDRO GARCÍA TRAPIELLO 10/01/2008 Diario de León

PASAN y pasan los días y aún espero un eco, una gacetilla o un algo que dé cuenta en esta ciudad madrastrona de la muerte aún reciente de un hombre con genialidad ingeniera, un inquieto buscador de soluciones prácticas a cualquier cosa que tuviera maquinaria o artilugio, un pertinaz inventor con un rastro de cuatrocientas patentes entre las que tan sólo una de ellas (hoy tiene renombre en medio mundo) le hubiera proporcionado en cualquier otro lugar que no esté regido por la ingratitud y el homenaje mutuo un memento de gala y orla, una peana en rinconada urbana o un adiós con . No logro explicarme el silencio cazurrote que acompañó a su paz a don Heinz Pitschel, nacido alemán y entrañado como Enrique entre nosotros durante setenta años hasta morir frisando los cien. La y peripecia personal de Pitschel tiene largura y tiene novela. Llegó a esta ciudad como jefe de mecánicos de la (que Hitler envió a para ensayar con españoles los primeros bombardeos con cazas stukas que después serían devastación europea de la Luftwaffe) y aquí residenció sus amores con una leonesa con la que hizo patria familiar… y sus incansables averiguaciones, entre las que destaca una que dió como resultado un motorín de modesta envergadura y altísima prestación, todo un gigante de la mecánica que redimió a la España de secano con pozo de cigüeñal o noria y a los regadíos crecientes. Era el motor «piva», una viva que conocen y reconocen los labriegos de media península, desde los del Plan Badajoz a la huerta murciana, desde el pazo gallego a la masía catalana… y más allá, desde Tánger a Trípoli y tantísimas tierras de desierto y vergel donde el «pivina» redimió de la sed y el alacrán. En el de azadón y torga, de acequia o paramera, está grapado el ruido de ese motor incansable en las noches de grillo y taponada en que tocaba regar. Su matraca lejana acunó sueños y madrugones. Horas y horas resiste ese motorín la faena de noria que se le encomienda. El hortelano y el labrantín le deben mucho. Seguro que alguno, en medio de tanto silencio que sepulta, evocará alguna vez una gratitud a quien pudiera inventar cosa tan redentora que jubiló a pollinos y calderos acarreados. Ese agradecimiento anónimo premia la paz de Pitschel.

Share

 Leave a Reply

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

(required)

(required)